Si bien son muchas las empresas que conviven día a día con las personas, no parecen tan importantes para ellas. La mayoría de las organizaciones podría esfumarse y a la gente no le interesaría. Por eso, es fundamental que generen un contenido más relevante y que éste cumpla con las expectativas de los consumidores.

La consultora de comunicación Havas Group dio a conocer el Meaningful Brands 2017, un estudio en el que se realizaron 300 mil entrevistas en 33 países para averiguar cómo impactan las organizaciones en la vida del público y determinar cuáles son las marcas más significativas: las que han sobrepasado al mercado de valores en un 206%.

Hoy en día, las compañías deben poner todos sus esfuerzos en mejorar el vínculo con la gente, ya que a ésta no le importaría si desapareciera el 74% de las firmas que existen actualmente. De hecho, las personas esperan de ellas una mayor contribución al bienestar y a la calidad de vida, tal como lo afirmó el 75% de los encuestados. Además, sólo el 40% cree que están cumpliendo con ese deber.

En cuanto al contenido, éste posee un desempeño por debajo de lo esperado, a tal punto que está teniendo poco impacto en los resultados. El relevamiento detectó que el público no está conforme con el contenido: un 60% es considerado pobre o irrelevante y no alcanza a las expectativas.

Por otra parte, el top 10 de entidades que mejor se desempeñan según el Meaningful Brands está compuesto por Google, PayPal, WhatsApp, YouTube, Samsung, Mercedes Benz, Nivea, Microsoft, Ikea y Lego. Durante los últimos diez años el sector de tecnología ha liderado el ranking. Ahora las más significativas son también referentes en la web.

“Los datos son claros, las marcas deben aprovechar más rápidamente y mejor las oportunidades que puede ofrecer un buen contenido. De lo contrario, tanto ellas como la comunidad publicitaria que las apoya, tendrán dificultades para sobrevivir”, asegura Yannick Bolloré, CEO de Havas Group. Por su parte, Ernest Riba —líder del desarrollo de negocio y de producto— ratifica que hoy hay una enorme brecha entre lo que producen las firmas y lo que pretenden los ciudadanos.