Augusto Franco Gómez lleva quince años trabajando en desarrollo e innovación, publicidad, ventas y marketing. Se desempeñó como gerente de venta de marketing para la categoría de aderezos en Unilever Colombia, empresa a la que ingresó en 2003; luego pasó a Team Foods y regresó en 2011 a Unilever, por un período de dos años. En ese periodo asumió como director de marketing de categoría para América del Norte y, entre otras responsabilidades, estuvo a cargo del mix de medios para México, Colombia y Venezuela.

Desde 2014 está en Bachoco, la empresa mexicana de alimentos avícolas fundada en 1952. Sobre la forma de alimentarse que tienen las personas dice: “Está muy relacionada con la tradición, los sabores que te gustan y con los que creciste”. Con respecto al consumidor mexicano declara: “En términos del balance hacia la salud, se da mucho el pecar y luego compensar. Si bien la practicidad, la conveniencia y la tradición son muy importantes para los mexicanos a la hora de alimentarse, cada vez es más relevante la salud, bien sea en productos con perfiles o beneficios más saludables así como hábitos diarios más encaminados hacia la salud”. El profesional cuenta que México es un país que tiene un alto nivel de obesidad, diabetes tipo 2, desnutrición, malos hábitos alimenticios: “Eso genera consecuencias para la salud, lo cual cada vez adquiere más conciencia en las personas”, considera.

—¿Cómo está posicionado México en la elaboración de productos congelados?
—Dependiendo de la zona del país y del tipo de alimento, los congelados pueden tener un significado positivo o negativo. Al Norte del país existe un hábito más relevante, por la influencia de los Estados Unidos. Podríamos decir que el país va teniendo un crecimiento y una evolución hacia tener mayor aceptación, hábito y manipulación de alimentos congelados, debido a conveniencia, calidad y vida útil. Es importante anotar que la masa de la población hace compras diarias para alimentar a su familia.

—¿Qué aconsejaría a las nuevas generaciones que comienzan a trabajar en el mundo del marketing?
—Que tengan pasión, ganas de hacer cosas y hambre de aprender. Esto es siempre vital a la hora de escoger un futuro marquetero o profesional. Que nunca dejen de pensar en cómo pueden día a día ayudar a que haya un mundo mejor. Si muestran ganas y pasión, eso hará la diferencia inicial versus el resto de las personas. Desde marketing se puede ayudar de fondo a que haya menos hambre y mejores productos para satisfacer más necesidades, entre otras cosas.

—¿Qué importancia tiene para una empresa aportar valor a la comunidad?
—Mucha, tanto en la conciencia social hacia desarrollar la población como en el impacto sobre el medio ambiente. Con su propósito y recursos, una empresa puede impactar de manera relevante a la sociedad. No me imagino trabajar en una empresa que no desarrolle productos o servicios que no beneficien de manera directa a la población; creo que, como profesionales, tenemos la responsabilidad de poner nuestro granito de arena todos los días para mejorar la calidad de vida de las personas, que se alimenten y vivan mejor.