Los altos ejecutivos de General Motors se retractaron el martes de un plan para hacer que los empleados asalariados vuelvan a las oficinas de la empresa durante al menos tres días a la semana a finales de este año.

El abrupto anuncio de la semana pasada había provocado la reacción de los trabajadores, que consideraban que el cambio era erróneo o que se estaba imponiendo demasiado rápido.

GM comunicó a los trabajadores en un nuevo mensaje que sigue queriendo “una presencia más regular y en persona”, pero que no alterará la filosofía de “trabajar adecuadamente” que adoptó durante la pandemia antes de 2023.

El nuevo mensaje no hizo referencia a un número concreto de días en que los trabajadores tendrían que presentarse en persona, diciendo que los directores individuales tomarían decisiones sobre cómo, cuándo y dónde deberían colaborar sus equipos. También se dice que la empresa no impondrá los días de la semana en que los empleados deban trabajar en persona o a distancia.

A finales de octubre se comunicará más información a los empleados, según el mensaje.

“A medida que avanzamos hacia un ciclo de trabajo más regular en persona, nuestro plan es diseñar en colaboración la solución que mejor equilibre las necesidades de la empresa con las necesidades de los empleados ―dijo GM en un nuevo comunicado a Automotive News―. Estamos pasando las próximas semanas escuchando los comentarios y trabajaremos para incorporarlos a nuestros planes”.

El mensaje enviado a los trabajadores el martes etiquetó la colaboración en persona como “un factor crítico de éxito” en la transición de GM a la construcción de vehículos eléctricos y la competencia contra los nuevos aspirantes. Calificó de “desafortunado” y “no intencionado” el momento del anuncio original que se hizo a última hora del viernes 23 de septiembre, una estrategia que las empresas suelen utilizar para enterrar las malas noticias.

El Detroit Free Press informó de la marcha atrás de la empresa a primera hora del martes 27.

El equipo directivo de GM ―la CEO Mary Barra, el presidente Mark Reuss y otros doce ejecutivos que figuran al final de ambos mensajes― dijo que decidió enviar el mensaje original antes de que se decidieran los detalles porque ya había empezado a correr la voz sobre una próxima “evolución” de la política de “trabajar adecuadamente” dentro de la empresa.