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MARKETING 26.11.2018 | CHILE | HABLA EL GERENTE DE MARKETING Y COMUNICACIONES DE AVON

Manuel Schajris: “El objetivo es crear un mundo con mujeres empoderadas”
“Ser parte de la compañía que ha donado más de mil millones de dólares a la lucha contra el cáncer de mama y contra la violencia de género me motiva enormemente”, se enorgullece Schajris.

Manuel Schajris: “El objetivo es crear un mundo con mujeres empoderadas”

El marketer detalla el crecimiento de la industria cosmética en Chile y qué categorías del segmento han crecido alrededor del mundo.

Manuel Schajris es argentino y se graduó de licenciado en ciencias económicas en la Universidad de Buenos Aires. Luego realizó un posgrado en marketing en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).
En 2014 se fue a Chile para desempeñarse en su rol actual, tras haber sido jefe de marketing de Avon en Bolivia y jefe de planeamiento de marketing entre 1997 y 2012.
“Avon es una empresa que cree apasionadamente en la belleza, no sólo como una oportunidad que tiene la mujer de mejorar su bienestar físico, psicológico y social, sino también como una manera de mejorar cada aspecto de su vida, porque cuando una mujer se siente bien consigo misma, se empodera, mejora todo su entorno”, señala Schajris. El profesional explica que este lema es la herencia de la empresa que nació en 1886, 30 años antes de que la mujer obtuviera el derecho al voto en los Estados Unidos, y David H. McConnell, fundador de Avon, diera la posibilidad a las mujeres de lograr un ingreso independiente. En base a esto, el marketer destaca: “El objetivo de la empresa es crear un mundo con mujeres empoderadas ofreciéndoles una oportunidad de ingresos que les ayude a mejorar su independencia a través del progreso económico. Pero el corazón de todo esto es desarrollar todos los días productos que las consejeras Avon y sus clientes/as realmente desean tener”.

—¿Cómo es la relación con sus clientes?
—Por medio de nuestro folleto de cosmética ofrecemos a nuestras consumidoras productos de calidad y tecnología de vanguardia, que nos permiten participar en variadas categorías dentro del segmento de belleza y cuidado personal.Pero la relación con nuestras clientas va más allá de ofrecerles productos de moda y última tendencia: nuestra clave es escucharlas. La cocreación es una nueva forma de pensar la formulación de productos que Avon considera fundamental para crear productos importantes a futuro. No sólo sabemos que el factor emocional siempre estará en el corazón de la innovación de Avon: también sabemos que, a futuro, escuchar esas experiencias emocionales de nuestras consumidoras, reflejarlas en ellas a través de los productos que les ofrecemos y comunicarnos con ellas serán acciones fundamentales para mantener relaciones significativas con nuestras clientas.

¿Cómo es el vínculo de las chilenas con la cosmética, en cuanto a moda, tendencias, preferencias? ¿Cómo se adaptan desde Avon para satisfacer esas necesidades y gustos?
—Las chilenas están cada vez más atentas a su belleza y a sentirse bien con ellas mismas, y eso se refleja en los datos de la Cámara de la Industria Cosmética de Chile, que muestran un crecimiento de un 3,5% de la industria cosmética en 2017 versus 2016. En el caso de nuestra compañía, los productos para labios y ojos son, sin lugar a dudas, las estrellas. Avon vende cuatro labiales y dos máscaras de pestañas por segundo en el mundo. Otra de las categorías destacadas son las cremas faciales y corporales. Esto responde a la alta valoración que las consumidoras locales dan a la funcionalidad; es decir, a satisfacer sus necesidades específicas. Para alinearnos a esta tendencia, nuestra línea skin care es desarrollada en el Laboratorio de Suffern en Nueva York, donde más de 350 profesionales generan permanentemente innovaciones de alta gama para las mujeres. El aporte de Avon en innovación y creatividad dentro de la industria permitió que nuestra crema Anew Infinite Effects recibiera este año el premio Golden en la categoría Mejor Producto Antienvejecimiento en los Pure Beauty Awards.

¿Cuál cree que es hoy el tema que preocupa a los especialistas en marketing y por qué?
—Los gustos y necesidades de los actuales consumidores van cambiando permanentemente. Dentro del rubro belleza, el principal desafío es lograr conectar eficazmente con las clientas, hacerles sentir que los productos están hechos para ellas y estar atentos a las nuevas tendencias, y a las nuevas rutinas en su uso. Permitir a las consejeras y consumidoras opinar sobre la forma en que se reciben nuestros productos se podría considerar riesgoso. Pero el instinto, el sentimiento y el toque humano constituyen justamente la base en la que cree Avon. Contar con big data y con un pensamiento grande es fundamental para el futuro de la belleza, lo sabemos. Pero lo que nunca olvidaremos es la importancia que tiene la persona: quien abre el tubo, quien aplica la crema. No sólo se ve mejor, sino que así lo siente. De esta manera, es posible responder a sus necesidades y lograr que viva una buena experiencia de consumo, que se sienta bien con nuestros productos, que los disfrute y que en ellos encuentre la funcionalidad que busca. La belleza debe ser la libertad de usarlos cómo y dónde quiera, sin estereotipos, generando sentido de pertenencia con las marcas: las clientas buscan marcas que faciliten sus estilos de vida.

¿Hay algún momento puntual en su carrera profesional que identifique como clave para saber que estaba en el camino que deseaba en lo profesional?
—Desde el primer día que entré en Avon, hace veintiún años, supe que el mundo de la venta directa era algo que iba a amar, y así fue. El vínculo, el contacto, la relación con las consejeras y clientas es un desafío que nos exige innovar cada catorce días, cuando comienza una nueva campaña. Además, ser parte de la compañía que ha donado más de mil millones de dólares a la lucha contra el cáncer de mama y contra la violencia de género me motiva enormemente: me ayuda a cumplir mi propósito de contribuir a la sociedad desde mi rol profesional.