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23 nov 2022 | EN UN GOLPE PARA BUDWEISER

Un Mundial que se juega sin alcohol

(Ad Age) - Qatar dio marcha atrás en el último minuto, perjudicando potencialmente el patrocinio de Anheuser-Busch InBev.

Los organizadores de la Copa del Mundo en Qatar han prohibido la venta de alcohol en los estadios, revirtiendo drásticamente la anterior decisión de permitir a Anheuser-Busch InBev vender cerveza Budweiser.

La decisión probablemente hará que los puestos de venta que sirven alcohol se alejen aún más de los estadios. El torneo, que suele ser el mayor acontecimiento deportivo del mundo y que lleva una década planificándose, comenzó el domingo con el encuentro entre los anfitriones y Ecuador. La medida supone un giro respecto a la postura anterior de Qatar: el Comité Supremo de Entrega y Legado había prometido que el alcohol estaría disponible en las “zonas de aficionados” designadas fuera de los estadios y otros lugares, y había permitido el consumo de cerveza en lugares específicos dentro de las sedes.

La FIFA, que recibe millones de dólares de AB InBev por los derechos exclusivos de venta de Budweiser en la Copa del Mundo, confirmó que el alcohol sólo se permitirá en las zonas de aficionados y no dentro de los estadios. “Los organizadores del torneo agradecen la comprensión de AB InBev”, dijo la FIFA en un tuit.

AB InBev, por su parte, declaró en un comunicado: “Como socios de la FIFA desde hace más de tres décadas, esperamos con interés nuestras activaciones de las campañas de la Copa Mundial de la FIFA en todo el mundo para celebrar el fútbol con nuestros consumidores. Algunas de las activaciones previstas en los estadios no pueden seguir adelante debido a circunstancias que escapan a nuestro control”.

La FIFA y AB InBev han dicho previamente que están tratando de crear una atmósfera “respetuosa” con las costumbres y tradiciones de Qatar, al mismo tiempo que ponían el alcohol a disposición de quienes lo deseen.

El torneo ya se ha visto acosado por controversias, que van desde las complicaciones de programación debidas al calor veraniego de Qatar hasta el tratamiento de los trabajadores inmigrantes. Las dificultades podrían aumentar una vez que los aficionados lleguen y se enfrenten a las normas locales, como los códigos de vestimenta que exigen que hombres y mujeres se cubran el cuerpo desde los hombros hasta las rodillas en muchos espacios públicos.

La disponibilidad de alcohol ha sido un punto de mira especial para las críticas en torno a la decisión de la FIFA de celebrar el espectáculo futbolístico cuatrienal en un país musulmán conservador, donde las muestras de afecto, la algarabía y la embriaguez en público son cuestiones tabúes.

Qatar prohíbe la venta de alcohol en casi todos los restaurantes que no estén asociados a un hotel o centro turístico de alto nivel. Con el permiso del empresario, los residentes extranjeros también pueden comprar botellas de licor, cerveza y vino para consumo doméstico en un único depósito gestionado por Qatar Airways en las afueras de Doha.

La decisión supone un duro golpe para la marca Budweiser de AB InBev, cerveza oficial del torneo y patrocinadora de la Copa Mundial desde 1985. En septiembre, la firma lanzó su campaña oficial de la Copa Mundial de la FIFA en más de 70 países, el mayor alcance en los 146 años de historia de la marca.

A pesar de las restricciones, la marca de bebidas esperaba que se consumiera más cerveza durante el torneo de lo que suele ocurrir durante todo un año en el país, según declaró previamente a Bloomberg Peter Kraemer, director de suministros de AB InBev.

Sin fábricas de cerveza en la región, la empresa ha tenido que enviar su producto a Qatar por transporte marítimo, y luego encontrar un espacio de almacenamiento refrigerado para protegerlo del clima ultra cálido del país, con temperaturas superiores a los 95 grados Fahrenheit hasta finales de octubre.

Las deliberaciones anteriores se centraron en la posibilidad de que Bud Light u otro producto de Budweiser con menos alcohol estuviera disponible dentro de las sedes, mientras que la FIFA e InBev han presionado para obtener más concesiones. Ya habían tenido éxito en el pasado: Brasil aprobó la llamada Ley Budweiser para anular las leyes locales que prohibían la cerveza en los estadios para el Mundial de 2014, mientras que las autoridades rusas relajaron temporalmente la prohibición de la publicidad de la cerveza en el período previo al último torneo de 2018.


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