─¿Cuáles son las grandes virtudes de la comunicación de Cris Sal?

─Primero,  un insight relevante que no tiene limitaciones generacionales ni sociales. Esto nos permitió llegar a la siguiente virtud, que fue la de saber montarnos auténtica y orgánicamente en la conversación de nuestro consumidor. Tercera virtud, siempre buscamos los medios no convencionales. Mientras las grandes marcas con presupuestos abismales usaban la TV y la radio, nosotros nos fuimos con OHH y DOOH, más un acertado PR, que nos permitió destacarnos en una época tan promocionada. Cuarta virtud, siempre pensar en creatividad sobre presupuestos. Quinta y la más importante, tomar riesgos. Nuestra idea creativa era tan disruptiva que daba miedo, entonces en lugar de pensar en todos los escenarios fatalistas en los que esta idea no iba a funcionar, decidimos preparar todos los caminos para que, si “se nos pasaba la sal”, la idea siguiera funcionando y cumpliendo nuestro gran objetivo, que era reforzar el liderazgo de nuestra marca así como su consumo en nuestro país desde hace más de cincuenta años.

─¿Qué implica para la marca haber ganado un Effie Awards Latin America de oro en la categoría  Alimentos?
─Un Effie, de cualquier tipo, es un Effie. Uno de oro, en la categoría de alimentos, que es una de las más promocionadas a nivel mundial, es una locura. Para nosotros este reconocimiento, además de llenarnos de orgullo, nos obliga a continuar en este camino de efectividad para contribuir al éxito de nuestra marca Cris-Sal, y que, por generaciones, sigamos siendo la marca de sal preferida de los hogares ecuatorianos.