La tecnología más moderna en este momento es la IA, y la IA más moderna es ChatGPT. Lanzado en noviembre pasado por OpenAI, una startup convertida en empresa con fines de lucro, ChatGPT ha cautivado tanto a empresas como a consumidores con su sencilla interfaz de chatbot y su impresionante capacidad para responder preguntas, escribir poesía y completar casi cualquier otra tarea basada en texto bajo el sol.

A los cinco días de su lanzamiento, el modelo de IA había alcanzado 1 millón de usuarios; a fin de enero tenía 100 millones. Es probable que este número siga aumentando gracias al reciente lanzamiento de su aplicación iOS en App Store y la próxima aplicación en Google Play.

Y aunque no es una marca en el sentido tradicional, ChatGPT se ha beneficiado de una estrategia de marketing impulsada por asociaciones empresariales, disponibilidad de API e integraciones con otros servicios. A la cabeza de estos esfuerzos se encuentra una característica llamada complementos, en la que otras marcas pueden incorporar sus servicios a la interfaz de ChatGPT. Muchos ya lo han hecho, incluidos Lowe’s, Klarna y OpenTable, y cada semana más marcas solicitan sus propios complementos.

“Me sorprenderá si esta función no se utiliza ampliamente en todas las industrias en los próximos dieciocho meses”, dijo recientemente a Ad Age David Sandström, director de marketing de la empresa “compre ahora, pague después” Klarna.