Los espacios abiertos permiten salud mental, autonomía y colaboración
(Ad Age) - El movimiento “sin cubículos” es una oportunidad de oro para que las empresas remodelen el futuro del trabajo.
Por Sierra Mar Elía
Estudiante de la Universidad de Pensilvania y miembro de The Z Suite, una red de líderes de opinión de la Gen Z creada por el Berns Communications Group
Gen Z Voices explora la perspectiva de la Generación Z sobre marketing, tecnología, redes sociales y el futuro de la industria publicitaria.
La generación que alcanzó la mayoría de edad durante la pandemia, cuando la salud mental de la mayoría estaba en su peor momento, no es ajena a expresar opiniones con franqueza.
Además de la creciente cultura de la autenticidad en las redes sociales, muchos miembros de la Generación Z no tienen miedo de expresar sus preocupaciones y disgustos, incluso respecto de sus lugares de trabajo. Si visita TikTok y consulta “reclutamiento financiero”, probablemente se encontrará con muchos creadores de la Generación Z quejándose de su salud mental o incluso al borde de las lágrimas por su jornada laboral de 15 horas atrapados en un escritorio.
En internet han surgido memes que se burlan de las limitaciones de los cubículos, más que nada usando el humor para burlarse de las mayores preocupaciones de la Generación Z para el futuro. Pero con su preferencia por la autonomía, la concienciación sobre la salud mental y la colaboración, la visión de la Generación Z para el futuro del trabajo brinda una oportunidad de oro para que las empresas generen cambios. Cambiar el espacio de trabajo a un entorno más colaborativo y animado puede facilitar aún más lo que la Generación Z sueña: un espacio abierto que no sólo fomente la creatividad, sino que la celebre.
Más allá de las filas de sillas
Hubo un tiempo en que la educación tenía como objetivo principal equipar a la próxima generación para trabajar en líneas de montaje. Estos espacios generaban poca creatividad y no proporcionaban autonomía sobre el trabajo. Ahora, algunos educadores están superando los diseños tradicionales de las aulas: filas de escritorios enfrentados entre sí para desalentar la colaboración. Muchos educadores han comenzado a integrar seminarios socráticos (espacios en que los estudiantes se sientan en círculo y discuten temas), proyectos grupales que fomentan la creatividad y tareas sin pautas ultraespecíficas.
A los miembros de la Generación Z se les ha enseñado a desafiar y rechazar el statu quo si no satisface sus necesidades. Esta mentalidad se ha trasladado a la visión que tiene la generación del espacio de trabajo.
Priorizar la salud mental
La apertura y la ruptura de las normas tradicionales han dado forma a los valores de la Generación Z. A medida que esta generación ingresa a la fuerza laboral, las empresas se enfrentan a un desafío y una oportunidad únicos: ¿cómo pueden atraer a una generación que exige equilibrio entre la vida laboral y personal y la salud mental por encima de todo?
Para muchos, la pandemia inspiró profundas reflexiones sobre la salud mental y el bienestar. Los influencers y entrenadores de mindfulness predicaron la meditación, el llevar un diario y las caminatas por la naturaleza como elementos esenciales para la rutina del día a día. Para la Generación Z, el espacio de trabajo debe reflejar estas prioridades como un entorno que respalde el crecimiento y el desarrollo profesional y preste atención auténtica a las necesidades mentales y emocionales.
Inspiración de los espacios de coworking
Los espacios de coworking ganaron popularidad a principios de la década de 2000 y resaltaron la creciente necesidad de flexibilidad, colaboración y un entorno laboral agradable en general. Las personas podrían reunirse en un entorno dinámico y aprender unos de otros.
Estos espacios siguen vivos hoy en día y proporcionan un modelo valioso para las empresas que intentan encarnar las expectativas de la Generación Z en el lugar de trabajo. Desde servicios compartidos que fomentan una comunidad profunda hasta diseños abiertos que garantizan una interacción inesperada, estos espacios resumen los valores que la Generación Z anhela en su vida profesional. Fomentan un sentido de comunidad que las pilas de filas nunca podrían igualar; Incluso el simple hecho de ver las caras de los demás nos recuerda que somos humanos. En un mundo profundamente desconectado, la conexión es lo que la Generación Z necesita para mantener el combustible dentro y fuera del espacio de trabajo.
Romper las jerarquías tradicionales y fomentar la inclusión
Los miembros de la Generación Z no quieren estar escondidos en un cubículo en el piso 7, a tres pisos de distancia de la alta gerencia, con la única oportunidad que tienen de establecer contactos cuando tienen la suerte de toparse con alguien en el ascensor durante un descanso para ir al baño.
Esta generación desea un espacio de trabajo que no respete las normas jerárquicas tradicionales. Sí, todavía debería haber un director general de la empresa. Pero cuando la alta dirección es accesible y tiene los pies en la tierra, puede romper la división entre niveles y promover una cultura de respeto mutuo. Implementar oportunidades para que los empleados en la oficina se relacionen con todos los niveles de gestión, como una noche de cine o social para crear paneles de estado de ánimo, no sólo fomenta el networking, sino que también crea el espacio para que esto suceda.
Mitigar el agotamiento y abrazar la autonomía
A los miembros de la Generación Z les preocupa especialmente el agotamiento, y las empresas pueden incorporar elementos en el espacio de trabajo que ayuden a mitigarlo antes de que suceda. Amenidades como áreas de relajación; zonas cómodas y tranquilas; y una sala de plantas o naturaleza puede maximizar el bienestar y promover un sentido de atención plena entre los empleados. Tener eventos de salud mental, como días de cuidado personal y noches de pintura de angustia, puede acercar a los empleados y fomentar la apertura sobre la salud mental, algo que la Generación Z admira.
El modelo de oficina tradicional ha experimentado cambios significativos debido al concepto de espacios de trabajo abiertos y colaborativos de la Generación Z. Las empresas deben hacer ajustes a medida que esta generación continúa incorporándose a la fuerza laboral con expectativas únicas para establecer entornos que fomenten el desarrollo profesional y el bienestar emocional.
Las empresas pueden marcar el comienzo de una nueva era de espacios de trabajo que resuenan con los ideales de la Generación Z al seguir el ejemplo de los espacios de coworking, promover la diversidad y adoptar estratégicamente la tecnología. Hacer esto beneficiará en última instancia a toda la fuerza laboral y aumentará la productividad. Si los empleados están más felices al despertarse y llegar a la oficina, el trabajo que realicen lo reflejará.