Lucas Chávez-Alcorta: “Unamos el lado A y el lado B de nuestro cerebro”
El gerente regional de branding marketing de Falabella.com Latam combinó el liderazgo, el marketing y su pasión por el baile en una conferencia que despertó risas y emociones en la audiencia.
La conferencia de Lucas Chávez-Alcorta fue una de las más ovacionadas de +CTG 2023. El gerente regional de branding marketing de Falabella.com Latam comenzó pidiendo a los presentes que cerraran los ojos y se vieran a sí mismos como cuando eran niños. Que pensaran a qué querían dedicarse en ese momento, qué querían ser. Y luego pidió que quienes lo habían logrado de grandes levantaran la mano.
No le sorprendieron las pocas manos en alto, sino todo lo contrario. Y confesó: “Yo me moría por bailar como Michael Jackson o tener la energía de su hermana Janet Jackson”. Mientras, en la pantalla, se veía una imagen de él, muy pequeño, usando una chaqueta similar a la del popular cantante. “Lo que me separaba de eso que tanto me apasionaba era el miedo”, agregó. Y citó una frase de una conocida canción de Madonna, que dice “el modo en que me amas no me deja ser”. Entonces invitó a reflexionar sobre quién ejerce el liderazgo en las vidas de las personas: “¿Nosotros? ¿Nuestros papás? ¿Nuestros colegas? Cuando nacimos éramos como una ventana limpia, translúcida, diáfana, súper estimulados por el lado derecho del cerebro; y conforme fuimos creciendo nos llenamos de excusas, de miedo, de tropiezos, de fronteras. Entonces, treinta años después de esa foto, del niño con la chaqueta de Michael Jackson, yo dije ‘se acabó’, y me lancé a hacer algo que me incomodara. Estaba viviendo en una burbuja publicitaria, en la que sólo me relacionaba con gente de marketing, hablaba únicamente sobre temas de marketing y publicidad; no me estaba exponiendo a otros estratos sociales, razas, edades, géneros u otras orientaciones sexuales. Y decidí ser ese bailarín que soñaba desde niño. Y el hecho de ponerme a bailar me empujó a que mis coaches en el camino fueran chicos y chicas de 16 años que habían venido a Bogotá persiguiendo su sueño de bailar en la capital de Colombia”.
En este sentido, y haciendo una analogía con los casetes, que tenían un lado A con las canciones que supuestamente iban a ser un éxito, y un lado B, con temas menos comerciales (y luego de mostrar cómo algunos temas del lado B de casetes de Madonna o Queen rompieron con toda expectativa), llamó a combinar ambos lados del cerebro, el A con el B, para que la creatividad aflore en su máximo esplendor.
Como muestra del poder que tiene seguir ese instinto y esa pasión que acompaña a todos desde niños, contó una anécdota que le sucedió en la pandemia: “Estaba ya aburrido, sin saber qué hacer, y me puse a bailar una coreografía de Janet Jackson. Obviamente, subí el video a Instagram, pues me había lookeado como ella con la intención de mostrárselo al mundo. Lo que no me imaginé es que al otro día tendría un mensaje de ella; y no sólo eso: Janet había compartido mi historia para que la vieran sus más de ocho millones de seguidores”. Y la audiencia estalló en un grito de alegría cuando mostró una foto conociendo a su ídola: “Créanme, yo pude decirle a Janet Jackson que amaba el baile gracias a ella, porque pude tomar ese miedo y transformarlo en oportunidad. Ahí nace el liderazgo, cuando eres capaz de tomar todos los colores que tienes y todas las letras del abecedario, de la A la Z, para no quedarte en un solo lugar, y encontrar tus talentos ocultos, que te van a hacer más creativo”.