El antifómico

Sebastián Pana Arrechedera, fundador de Rainbow Lobster, comenzó, nada más llegado a Austin, Texas, Estados Unidos, para asistir a la edición número 38 de los SXSW Conference and Festivals, confesándose ante los lectores de Adlatina Group: “South by Southwest es un festival en el que siempre te estás perdiendo de algo: desde la charla de quien plantea sus diez nuevas reglas de un mundo futuro basado en blockchain, pasando por el estreno mundial de la exhibición de una granja de cultivo de camarones en containers, hasta el evento de sobrios, en el que gente que ya no toma se junta a brindar con agua con microdosis de hongos (wow, that is SO inclusive and forward thinking!)”.

Luego de contar que se trata de su quinta vez en Austin y que se siente “un poco más relajado con la ansiedad”, el publicitario venezolano cuenta que, tras hacer una fila de una hora y media y sentarse en una sala, no puede evitar preguntarse: “¿Estaré en la sala correcta? ¿Será que era al lado y me lo perdí?”.

De ese modo, Arrechedera presenta su cobertura especial Antifomo: “Una terapia para lidiar con esa ansiedad, compartiendo en este viaje la película, la tendencia, el grupo musical, la solución tecnológica o la nueva galaxia desconocida que sí vi. Una mirada a ese uno por ciento que elegí durante mis ocho días en Austin. Un espacio para mandar al diablo por un rato el temor a la ignorancia”.

Explosión cámbrica de dispositivos

“La primera mañana en SXSW 2024 arrancó tempranito, a cien mil kilómetros por hora. Bajé, porque había leído que había un nuevo café orgánico, traído de algún rincón exótico del mundo. Cuando llegué me encontré con una cola tan larga que la confundí con la de la plática que estaba por ir a ver. Entonces entendí el mensaje: ya era tarde”.

“En general, en SXSW estás siempre un poco tarde. Ni modo, el viejo Starbucks. El FOMO había comenzado”.

“Después de una hora y media de cola, entré a la que es sin dudas la conferencia más esperada de SXSW: Tech Trends 2024, donde la CEO de The Future Institute presenta las principales tendencias que están definiendo el futuro”.

“Amy Webb planteó que estamos en un ‘superciclo tecnológico’ impulsado por el encuentro de tres tecnologías de propósito general: inteligencia artificial (IA), biotecnología y el ecosistema conectado de dispositivos”.

“De todo lo que planteó, lo que más me llamó la atención fue lo que ella llama una ‘explosión cámbrica’. Esta explosión, según Webb, se refiere a la rápida proliferación y evolución de dispositivos que estarán constantemente recopilando datos multimodales para alimentar los sistemas de inteligencia artificial (IA)”.

“Webb comparó este fenómeno con la explosión cámbrica biológica, un período en la historia de la Tierra, hace aproximadamente 541 millones de años, durante el cual se produjo una rápida diversificación de la vida animal. De manera similar, la explosión cámbrica de dispositivos conectados verá una rápida aparición y evolución de nuevos dispositivos y sensores que se integrarán en todos los aspectos de nuestras vidas”.

“Estos dispositivos incluirán desde auriculares de realidad extendida hasta sensores portátiles y una variedad de dispositivos de la internet de las cosas (IoT). Webb sugirió que, al principio, muchos de estos dispositivos parecerán extraños o incluso inútiles, al igual que algunos de los primeros animales que surgieron durante la explosión cámbrica biológica. Sin embargo, con el tiempo, se perfeccionarán y se volverán más prácticos, hasta el punto de que se integrarán a la perfección en nuestras vidas diarias”.

“La explosión cámbrica de dispositivos conectados planteará una serie de desafíos y preocupaciones, según Webb. La recopilación constante de datos por parte de estos dispositivos podría llevar a una mayor invasión de la privacidad, ya que las empresas y las organizaciones tendrán acceso a información detallada sobre nuestras vidas y comportamientos. Además, la dependencia de estos dispositivos para alimentar los sistemas de IA podría exacerbar los problemas existentes de sesgo y discriminación algorítmica”.

“Salí de la conferencia buscando otro cafecito, con muchas más preguntas que respuestas y con la tranquilidad de que no soy el único que siente que este tren va cada vez más rápido y que nadie sabe cuándo es la próxima parada”.

“Ya no me estreso”

Juan Korman, fundador de Plug Collective, es un visitante ya experimentado del evento de Austin: es su decimoprimera vez allí. En el comienzo de su cobertura especial, remarca que el 70% de los asistentes es extranjero y que este año se nota una gran presencia brasileña.

Apunta, en el sentido contrario a Arrechedera y con un tono similar al adoptado por la columnista Ximena Díaz Alarcón, que con el correr de los años pasó del FOMO (fear of missing out) al JOMO (joy of missing out): “Ya no me estreso por perderme alguna charla y me dejo desviar del plan inicial de conferencias seleccionadas”.

Antes de apuntar las conclusiones de sus primeras conferencias, señala que se trató de las charlas brindadas por Elizabeth Bramson-Boudreau, CEO y publisher del MIT Technology Review, sobre 10 breakthrough technologies of 2024; John Maeda, VP of design and AI de Microsoft; y por Mark Rober, “uno de los youtubers más famosos del mundo”.

El gran desafío de la IA, su mal uso

“Se viene la nueva ola impulsada de chatbots que combinan search, algo que están promoviendo Google y Microsoft. Una nueva manera de interactuar en internet. Sin ir más lejos, Despegar (la agencia de viajes número uno en Latam) acaba de lanzar Sofia, una asistente virtual que combina chat con una ventana de información para planificar de manera más inteligente los viajes”.

“El gran desafío de la inteligencia artificial sigue siendo su mal uso, como la desinformación y la violación de derechos, hasta lo más extremo, que son los drones autopilotados como armas de fuego”.

“Hoy es más importante aprender sobre speak machine que aprender a ‘codear’. En la creator economy es clave el concepto de Carol Dweck sobre growth mindset y la capacidad de fallar, así como de aprender de los errores”.