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21 ago 2024 | DIÁLOGO A PARTIR DE LA ÚLTIMA CAMPAÑA DE INCA KOLA

Luis Felipe Cisneros: “Inca Kola tiene su propio punto de vista porque es un peruano más”

En un país rico en diversidad, Inca Kola funciona como un unificador en medio de las diferencias durante las fiestas patrias. A propósito, la marca lanzó la campaña “Diferencias” para celebrar aquello que distingue a los peruanos, y sobre este tema conversó Marketers by Adlatina con el director de marketing en Perú y Ecuador de The Coca-Cola Company. 


Dentro de las diferencias de los peruanos, ¿qué es aquello que los une, además de la elección de Inca Kola? ¿Cómo reflejan eso en la campaña Diferencias?
Primero es importante poner el contexto de las Fiestas Patrias, porque es una fecha súper relevante para los peruanos porque suceden varias cosas en paralelo: es un momento en que hay una mayor bonanza económica, hay gratificaciones, desembolsos, y la gastronomía peruana adquiere un gran protagonismo. Los chicos también tienen vacaciones y, además, todas las marcas quieren quedarse con un pedacito de orgullo peruano. De este modo, es un contexto muy competitivo y único. Para Inca Kola es su momento en el año; de hecho, es el momento de mayor concentración de estrategia marcaria e inversiones. 
Respecto a la pregunta, aquello que nos une es la diversidad, aunque a veces nos diferencie. Tener un país tan rico en cultura, gastronomía y paisaje, por momentos pareciera que genera una distancia, pero al final del día el punto en común más fuerte es el de la comida: ese es el factor integrador del peruano dentro de su propia diversidad. En esta campaña, Inca Kola busca posicionarse como este elemento integrador en medio de tantas diferencias, por eso el eslogan es “celebremos nuestras diferencias con eso que nos une, que es Inca Kola”. De este modo, les damos una mirada positiva a las diferencias. Inca Kola, además de ser una marca, ocupa un rol clave como ícono de orgullo nacional. 

En una nota de Adlatina cuentan que, desde la agencia, el comercial está dirigido principalmente hacia jóvenes de entre 20 y 30 años porque “representan una parte crucial del tejido social peruano y son los embajadores del cambio y la innovación en la sociedad”. Desde Inca Kola, ¿cómo se acercan a esta nueva generación?
Inca Kola siempre se ha enfocado en jóvenes, pero su target poblacional siempre fue total pop, porque es consumida por todos los peruanos y es una marca súper democrática. Sin embargo, históricamente, nos hemos enfocado en ser una marca que siempre está innovando y que busca reclutar a la siguiente generación de consumidores. El año que viene se cumplen 90 años de la marca, y esta innovación es lo que la mantiene joven y actualizada. Si bien Inca Kola puede vivir en la tradición de los peruanos, estructural y estratégicamente siempre hay un corredor de lo actual. Este año en particular se cambió la estrategia de la marca, porque el target comunicacional fue desde un total pop hacia un público joven adulto de entre 20 y 30 años. De este modo se acelera el reclutamiento, porque vimos un matiz en el que las nuevas generaciones son más creadoras e integradoras. Parte de la campaña Fiestas Patrias se diferencia por no ser una campaña tradicional de medios tradicionales, porque lo que pone de frente es cocrear. 

Teniendo esto en cuenta, ¿qué hay en la tradición de Inca Kola que hace que se sostenga con el paso de las generaciones?
Parte de la receta de éxito de Inca Kola es el componente de la reinvención, porque no se queda en lo que llamamos el “Perú postal”. Hay cosas increíbles en este país, como Machu Picchu, la cultura, nuestra historia… Pero no queda un peruano protagonista. La marca siempre ha buscado romper con este Perú postal porque, si bien reconocemos nuestra herencia, pensamos en qué viene mañana y cuál es la punta del iceberg en las tendencias actuales. Inca Kola tiene su propio punto de vista, porque es un peruano más. Estratégicamente, el éxito de Inca Kola es que, generación tras generación, ha logrado conectar tanto con las tendencias como con las tensiones. Por eso las Fiestas Patrias son tan importantes, porque recordamos lo que nos distingue como peruanos, aquellos elementos que nos integran pero que también generan roces internos. Fue la oportunidad perfecta para decir “sí, tenemos nuestras diferencias, pero son también las que nos unen”. El punto de vista de Inca Kola se basa en hacerse cargo de los que nos diferencia y apostar por eso, generando una plataforma y un espacio para compartirlas y debatirlas. A partir de que dos personas que se pregunten qué parte del pollo a la brasa le gusta más (comida que a los peruanos nos encanta), se pueden desatar conversaciones más profundas. 

Hace varios años que trabajan con McCann Lima. ¿Cuáles cree que son los principales motivos por los que funciona tan bien esta sinergia? Dentro de sus diferencias, ¿qué los une a ustedes como anunciante y agencia?
Este último cambio de territorio de comunicación, que fue hace tres años, lo hicimos con ellos. El anterior a este fue hace dieciocho años, y diría que uno de los elementos que nos une es la consistencia. Nuestra marca la ha tenido por casi noventa años, y lo consistente entre agencia y anunciante fue esta visión de cocrear: tenemos una mesa de conversación constante. Y no es solo McCann, porque trabajamos con muchas otras agencias, aunque esta es la madre. Para que te des una idea de lo importante que son para nosotros, hay una figura de la agencia que está integrada en el equipo de Inca Kola; de hecho, su rol es el de integrador. De este modo, McCann está también embebida con las demás agencias con las que trabajamos en este espíritu de la cocreación. 
Un segundo elemento es que no es una única visión, sino que son múltiples. Parte interna de nuestro equipo creativo de Coca Cola está en Brasil, como parte de esta diversidad que predica la marca. Esto permite que Inca Kola, después de casi un siglo, no esté solo en el Perú: se produce también en Chile, Ecuador, los Estados Unidos y se exporta en más de diez países del mundo. 
El último componente es que, como mencioné antes, Inca Kola es un orgullo nacional, lo que conlleva una gran responsabilidad. Como peruano, y sobre todo en un contexto como el de las Fiestas Patrias, se tienen que tocar los hilos correctos. Ser este ícono nacional empuja a tener una exigencia adicional, para dar el 110%, y McCann la asume. 

¿En qué se diferencia esta campaña con las de años anteriores durante las Fiestas Patrias?
El punto de vista particular de esta campaña, sumado a un público más joven, fue uno más interactivo. Es la primera vez que ponemos la cocreación como un objetivo al frente, si bien tuvimos una difusión más bien tradicional con un plan muy agresivo de vía pública, televisión y digital para generar awareness. Todo esto para generar la primera etapa para que todos los peruanos supieran de qué estábamos hablando, con el tema de la diversidad como protagonista y a Inca Kola como elemento integrador. Todos los años, Fiestas Patrias dura un mes, pero este año lo empezamos medio mes antes para poder generar esta conversación y desde nuestro punto de vista. Ya habíamos empezado el 3 de julio colocando cabinas, como mencioné antes, para que la gente conversara. Los peruanos no nos caracterizamos por ser lo más valientes a la hora de subirse a un escenario, y con todo el orgullo digo que me equivoqué. Los primeros en subirse fueron los jóvenes para hablar de sus diferencias, que iban desde las más banales hasta las más serias. En paralelo, generamos una dinámica con dos cantantes, Milena Warthon, de pop andino, y Salim Vera, rockero clásico de los 2000. Cada uno, con su estilo musical, se enfrentaron en redes sociales (todo como una estrategia de marketing, claro). Después de esta confrontación mediática, no solo se unieron en la idea de hacer música, sino que hicieron música juntos. Lanzaron una canción, con el apoyo de Inca Kola, como producto integrador y final que resultó muy rico al unir dos géneros diferentes. Era alucinante ver cómo se integraba el público, tanto de uno como de otro, cuando cantaron la canción juntos en un escenario. De este modo, quisimos que el protagonista de la campaña no fuera la marca sino la conversación que se generara a partir de la misma. 

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