Chantal Goldschmidt: “Cuando entré a Unilever Argentina hace 29 años era un sueño”
Con casi treinta años en Unilever, la directora de ventas y marketing reflexionó con Marketers by Adlatina acerca de su paso por la compañía y comparó al mercado argentino con el chileno.
Lleva casi treinta años en Unilever, y pasó por varios departamentos. Desde sus inicios, ¿cómo nota que creció dentro de la compañía? Cuando ingresó como key account manager, ¿creyó que llegaría a su cargo actual?
Cuando entré a Unilever Argentina hace 29 años era un sueño. Poder trabajar en el área de marketing en una de las principales empresas de consumo masivo del mundo, con marcas icónicas, era una oportunidad de aprendizaje increíble. Desde los primeros años sentí que la cultura de la compañía tenía que ver conmigo y que siempre encontraba el espacio para poder desarrollarme, explorando y creando nuevas ideas no solo de productos, sino de llegada a los distintos canales de venta. Fui creciendo en las áreas de marketing y de ventas, ocupando distintos roles. Siempre confié en poder a ocupar cargos directivos, pero sin ansiedad en el camino, buscando siempre compatibilizar mi carrera con mi familia. Y eso fue clave para poder encarar nuevos desafíos con convicción y alegría.
En 2011 se fue a Chile. ¿Cuáles son las principales diferencias entre el mercado argentino y el chileno?
Aunque solo nos separa una cordillera, los mercados tienen varias similitudes, pero también diferencias significativas. En términos de consumo de productos, por ejemplo, en general el mercado chileno tiene mayor peso de productos premium en la mayoría de las categorías. Los consumidores son más “smart shopper” y están dispuestos a invertir más cuando obtienen beneficios relevantes. Al mismo tiempo, la sensibilidad a la actividad promocional es mayor en Chile. Otra gran diferencia es el tipo de trade, ya que en Chile el canal moderno pesa mucho más que en la Argentina (70% vs 50%) y el nivel de concentración de clientes es mayor. También vemos diferencias en qué tipo de comunicación funciona en uno y otro mercado. En general al consumidor chileno le resulta más la comunicación funcional con mayor destaque de beneficios y no tanto de mensajes emocionales.
¿Cómo definiría al consumidor chileno? ¿Y de qué manera alcanzan sus expectativas desde Unilever?
El consumidor chileno es más exigente, acostumbrado a una mayor oferta de productos en todas las categorías. Al tener una economía abierta, los consumidores pueden elegir entre una mayor variedad. Los niveles de lealtad hacia las marcas son en general muy bajos en Chile y esto es un desafío importante. Para satisfacer a nuestros consumidores necesitamos asegurar la buena calidad de los productos y traer al mercado innovación relevante para atender las distintas necesidades. Nuestros planes están siempre construidos en investigación de mercado que realizamos localmente, así nos aseguramos estar en sintonía con las demandas cambiantes.
¿Qué lugar ocupa la IA en su rutina? ¿Cómo cambió sus procesos?
Unilever ha ido incorporando tecnología e IA en los distintos procesos, buscando simplificación y mayor precisión, enfocando a nuestros equipos en agregar valor y no en procesar data. Siempre trabajamos en los tres pilares: tecnología, procesos y habilidades/cultura. Es inviable que no evolucionen de manera integrada. Nos aseguramos de que nadie se quede perdido cuando realizamos los cambios. Hoy en día abordamos temas de planificación, forecasting, ejecución en tiendas de una manera radicalmente distinta a como lo hacíamos hace pocos años atrás. Sentimos la responsabilidad de ser pioneros dentro del consumo masivo y nos enorgullece liderar la transformación, inspirando también al resto del mercado.
Recientemente, Unilever ha sido galardonada como primera en la categoría de consumo masivo de diferentes entidades. ¿A qué cree que se debe?
Creo que venimos avanzando mucho en los últimos años en traer al “futuro del trabajo” a nuestro presente. Trabajamos con flexibilidad, tecnología de punta, capacitamos a los equipos con lo que necesitan para poder ocupar sus cargos agregando el máximo valor posible. Nos encanta innovar y explorar nuevas maneras de hacer las cosas. Tenemos una cultura horizontal que nos permite estar muy conectados entre todos, impulsamos a que se tomen las decisiones donde surgen los problemas o desafíos. Unilever es una gran escuela de líderes y eso está siendo reconocido en el mercado.