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13 ene 2025 | COLUMNA ESPECIALIZADA

Por qué la ambición necesita un rebranding, se pregunta la CEO de una agencia

(Ad Age) - Kim Getty, CEO de la agencia estadounidense Deutsch, escribe sobre cómo los líderes pueden aprovechar los valores de la Generación Z para redefinir la ambición como saludable, inclusiva y empoderadora para todos.

Por Kim Getty
CEO de Deutsch

En los últimos cinco años, la conversación sobre la ambición se ha convertido en una advertencia, especialmente entre las mujeres. Pero la ambición, en su forma más pura, tiene que ver con la visión, que funciona como una fuerza poderosa capaz de impulsar un cambio positivo.

La ambición ha dado forma a mi carrera. Sin ella, no habría decidido lanzar un importante estudio de producción antes de tener los ingresos para respaldarlo, ni habría alentado a mis hijas de la Generación Z a compartir sus voces a través de sus propios artículos de opinión vulnerables.

La ambición me impulsa a seguir luchando por más, no sólo para mí, sino también para mis comunidades personales y profesionales.

Entonces, ¿por qué la ambición necesita un descargo de responsabilidad?


La década de 2010 frente a la de 2020

En el apogeo de la década de 2010, la ambición servía como algo aspiracional, una cualidad sinónimo de las jefas que remodelaban la alta dirección. Nuestra cultura colectiva elevó a esas mujeres al mando de empresas que van desde Outdoor Voices hasta The Wing y las colocó en un pedestal por encima del de un CEO típico. Pero, a medida que algunas de esas figuras históricas cayeron de sus lugares elevados, la conversación sobre la ambición comenzó a cambiar.

Como escribió la periodista Emily Jane Fox en una entrevista de Vanity Fair de 2022 con la ex fundadora y directora ejecutiva de The Wing, Audrey Gelman: “La esterilidad de la cultura del ajetreo dio paso a una era lenta de acogedor maximalismo pandémico, una en la que los grandes millennials usaban vestidos de siesta en llamadas de Zoom en hogares fuera de las ciudades a las que se habían fugado durante meses”.

Este entorno incubó la fuerza laboral de la Generación Z que ahora impacta cada vez más la dirección de la cultura empresarial en todas las industrias y, por extensión, la forma en que las personas ven la ambición en el mundo empresarial. La palabra ambición empezó a aparecer con una etiqueta de advertencia.

Pero la relación teórica de la Generación Z con la ambición (o el deseo de hacer o lograr algo) difiere de cómo se manifiesta en la práctica.


Qué quieren decir los miembros de la Generación Z cuando hablan de ambición

Según un estudio de United Minds de 2022, el 38% de los trabajadores de la Generación Z aspira a puestos de liderazgo en comparación con el 18% de la Generación X. Sin embargo, la Generación Z tiene una comprensión distintiva del poder y, por extensión, de la ambición. El poder (la capacidad de influir en los resultados) sigue siendo esencial para lograr el cambio; la Generación Z tiene una ambición indiscutible de apoderarse de ese poder y usarlo para el bien.

Esta generación ha llevado la ambición a sus raíces y la ha redefinido como un deseo de salud, felicidad y propósito individual y colectivo que se extiende más allá de lo financiero. Las ganancias monetarias siguen siendo importantes: el 70% de los estadounidenses de la Generación Z considera el salario su principal motivador laboral, según un artículo de la BBC de 2023. Pero, para la Generación Z, la ambición se canaliza hacia ascensos y mayores compensaciones, lo que, a su vez, permite una mayor libertad para perseguir pasiones y apoyar causas sin los límites de la ansiedad que provoca el déficit financiero.

La oportunidad de redefinir la ambición de la próxima generación que ingresa a la fuerza laboral es poderosa. Al tratarlo como un catalizador para un diálogo positivo, tanto los líderes como la Generación Z pueden superar percepciones obsoletas que históricamente han sofocado su potencial.

Aquí hay algunas cosas que todos debemos tener en cuenta para garantizar que la ambición pueda ser un terreno común fértil:
La ambición no es el enemigo; ideas obsoletas de ello lo son. Las generaciones anteriores a menudo equiparaban la ambición con el agotamiento y el esfuerzo incansable. Al reclamar y defender la ambición como un concepto multidimensional, la Generación Z puede priorizar objetivos personales y al mismo tiempo enfatizar el bienestar y el impacto comunitario.
Los valores, más que las métricas de éxito, pueden definir la ambición. Alinee sus valores personales con sus aspiraciones profesionales. Al defender la diversidad, la sostenibilidad y la empatía en los roles de liderazgo, puede transformar esos principios clave en aspectos centrales de su ambición.
Pensar en la ambición como sinónimo de éxito colectivo. Mientras que los millennials y la Generación X a menudo veían la ambición como una búsqueda solitaria, la Generación Z puede redefinirla para priorizar el progreso colectivo, fomentar el trabajo en equipo y la colaboración hacia objetivos comunes sin dejar de esforzarse por alcanzar la excelencia personal.
Hacer que la ambición sea neutral en cuanto al género. Históricamente, la ambición se ha considerado poco femenina o demasiado agresiva, especialmente para las líderes femeninas. La Generación Z debería rechazar activamente estos estereotipos y considerar la ambición un rasgo saludable, inclusivo y empoderador que pertenece a todos los géneros. Este cambio puede allanar el camino hacia un entorno laboral más equitativo y solidario.

La ambición puede impulsar una cultura de colaboración, inclusión e impacto positivo. Es hora de redefinir la ambición, no como un vicio, sino como una fuerza vital para el bien que empodera tanto a los individuos como a las comunidades.