
El secreto del branding, de acuerdo a su ex más inolvidable
(Ad Age) - Los viejos amores viven en nuestras cabezas sin pagar alquiler: ¿por qué no deberían hacerlo las marcas?
Por Lauren Vilips
Creator acquisition strategist en Mavely
Todos tenemos ese o esa ex que no se va de nuestra mente por más que lo intentemos. Tal vez fue su imprevisibilidad, la forma en que nos hacía sentir o cómo sabía cuándo volver a aparecer.
Así es exactamente como las marcas deberían hacer sentir a los consumidores. Si las marcas quieren captar la atención y permanecer en el primer plano de sus mentes, deben copiar las estrategias de un ex.
Al igual que los influencers, las marcas de hoy tienen el poder de construir relaciones parasociales a través de las redes sociales. En el centro del marketing y las relaciones hay una verdad simple: las marcas que triunfan no sólo venden productos, sino que crean obsesión.
Aquí le contamos cómo hacerlo.
Siga volviendo (incluso cuando crea que ya la han olvidado)
La atención es el recurso más escaso de la actualidad. Los consumidores se ven constantemente atraídos en diferentes direcciones, bombardeados con contenido, tendencias y nuevas distracciones. Si su marca no aparece constantemente en sus vidas, es fácil que pase a un segundo plano. Las marcas necesitan resurgir de una manera que se sienta orgánica, pero intencional, y que permanezca en el primer plano de su mente. El objetivo es asegurarse de que su audiencia no pueda deambular demasiado tiempo sin verla.
¿Un gran ejemplo? Duolingo. Justo cuando pensaba que no podía ignorar sus lecciones de idiomas, ese búho verde estaba de vuelta en su FYP de TikTok o en su sección de comentarios: divertido, implacable e imposible de ignorar.
Cree apego emocional
¿Por qué nos apegamos a las cosas que nos vuelven locos? Porque evocan emociones.
A veces es difícil incluso explicar por qué sigue volviendo. Intenta justificarlo ante sus amigos, pero lo único que puede decir es: “No sé… me encanta”. Ese es el tipo de apego que las marcas deberían intentar lograr. El tipo que hace que la lealtad parezca inevitable, incluso irracional.
Pensemos en marcas como Glossier. No sólo vende belleza, sino que crea un vínculo emocional a través de la nostalgia, el atractivo estético y la sensación de pertenecer a una determinada personalidad (en este caso, la estética Clean Girl). La gente no sólo compra un producto, sino que adhiere a una identidad, un estilo de vida, una comunidad que la mantiene enganchada.
Stanley Tumblers ha hecho algo similar. ¿Son los únicos vasos térmicos del mercado? Definitivamente no. Sin embargo, la gente va a varias tiendas sólo para encontrar un color o una colaboración específica. ¿Por qué? Porque han hecho que su producto parezca algo sin lo que no se puede vivir.
Haga que la gente piense de más
Podemos relacionarnos con recibir un mensaje de texto y analizar cada emoji, elegir la puntuación y demorar entre respuestas. Ahora imaginemos aplicar esa misma energía a una marca. Las mejores marcas aprovechan esta psicología al crear experiencias que hacen que los consumidores se inclinen, busquen significados ocultos y sientan que son parte de algo más grande. Esto se relaciona con la teoría de la atribución, según la cual las personas les dan sentido a los comportamientos al atribuir significado o intención.
Cuando las marcas dejan pistas o usan mensajes ambiguos, los consumidores forman suposiciones sobre las motivaciones de la marca o significados más profundos, al igual que al interpretar un texto.
Tomemos como ejemplo los lanzamientos de álbumes de Taylor Swift. Ha creado toda una cultura en torno a los huevos de Pascua, los mensajes ocultos y las pistas sutiles que hacen que los consumidores entren en “modo detective”. Nadie sabe las respuestas reales, pero eso mantiene a sus fans interesados y debatiendo, lo que la mantiene relevante de manera constante.
Se trata de mantener a la gente alerta, esperando lo que viene a continuación y tratando de descifrar algo que podría significar más de lo que parece en la superficie... o no.
Evolucione, pero siga siendo reconocible
Un ex puede cambiar el enfoque, pero la esencia sigue siendo la misma. Las mejores marcas hacen lo mismo.
Mire a McDonald’s. Ya sea con colaboraciones con celebridades en las comidas o con la tendencia viral Grimace Shake, continuamente renueva su estrategia de marketing adoptando la cultura de internet y la nostalgia. Sin embargo, al final del día, McDonald’s sigue siendo McDonald’s.
La clave es equilibrar la innovación con la coherencia. Apóyese en las tendencias cuando tenga sentido, pero no las persiga hasta el punto de perder lo que lo hizo exitoso en primer lugar.
Hay belleza en saber que algunas cosas nunca cambian.
Moraleja de la historia: manténgalos enganchados
La generación Z es uno de los grupos demográficos más difíciles de impresionar, pero las marcas que los conquistan son las que saben cómo hacerles sentir algo. Amor, nostalgia, miedo a perderse algo, confusión: sea cual sea la emoción, tiene que ser lo suficientemente poderosa como para convertir a los compradores ocasionales en fanáticos de por vida.
Por lo tanto, tome nota del ex que todavía cruza por su cabeza. Siga apareciendo, manténgase impredecible y haga que sea imposible olvidarlo.
Después de todo, si un ex puede vivir gratis en la cabeza de alguien, ¿por qué no debería hacerlo su marca?