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20 ago 2025 | COLUMNA ESPECIALIZADA

Por qué la generosidad de marca es una estrategia empresarial inteligente

(Ad Age) - “La generosidad no es una estrategia de marketing —explica en esta columna Laura Hutfless, cofundadora y CEO de FlyteVu—. Sin embargo, con demasiada frecuencia, una empresa se une a una causa, hace una donación, publica sobre ella y sigue adelante. La verdadera generosidad, la que es fundamental en la cultura de una empresa, no tiene nada que ver con recibir atención ni reconocimiento”.

Por Laura Hutfless
Cofundadora y CEO de FlyteVu


La generosidad no es una estrategia de marketing. Sin embargo, con demasiada frecuencia, una empresa se une a una causa, hace una donación, publica sobre ella y sigue adelante. La verdadera generosidad, la que es fundamental en la cultura de una empresa, no tiene nada que ver con recibir atención ni reconocimiento. Es una sabia decisión empresarial y una ventaja competitiva.

Los directores ejecutivos tienen la tarea de aumentar los resultados, no de reducirlos, incluso si se trata de una buena causa. Pero en lugar de considerar la generosidad como algo que reduce las ganancias o distrae del crecimiento, considérela una inversión en el negocio, su gente y su cultura. Si se hace bien, genera ganancias.

Los jóvenes talentos, especialmente la generación Z, buscan empresas que compartan sus valores y los apliquen. No buscan sólo un sueldo, sino un propósito.

En lugar de más cócteles, refrigerios en la oficina y costosas cenas de equipo, las empresas deberían apoyar las pasiones filantrópicas de empleados y clientes. Emitir un cheque para que un empleado pueda obtener un puesto en la junta directiva para una organización benéfica, otorgar tiempo libre cuando se realiza un proyecto de servicio o cubrir el costo de la atención médica cuando un empleado recibe un diagnóstico inesperado.

Estos gestos de apoyo se convierten en confianza y lealtad a largo plazo y, a su vez, crean mejores tasas de retención de empleados y clientes.

Impulsar el propósito de las personas con recursos financieros fortalece la lealtad del equipo. Según HRCloud , las empresas con empleados altamente comprometidos obtienen un 21% más de rentabilidad y un 17% más de productividad. La generosidad no sólo mejora la moral, sino que también beneficia al negocio.

La generosidad se extiende también a los clientes y a sus negocios. Si un cliente no puede pagar debido a dificultades comerciales, condone la deuda. Si un cliente sufre despidos en toda la empresa, reduzca proactivamente su anticipo. Cuando los clientes ven que usted realmente se preocupa por su bienestar más que por sus ganancias, se convierte en un miembro valioso del equipo.

La generosidad, cuando se practica de manera constante, crea tres cosas que toda empresa necesita:
• Una cultura que atrae a personas arraigadas en la misma misión.
• Clientes que invierten más para crear un mayor impacto.
• Mejores ganancias.

La generosidad sólo funciona cuando no es algo puntual. Debe estar presente en las operaciones, la toma de decisiones y los comportamientos cotidianos, incluso cuando sea difícil.

A continuación se presentan algunas formas de comenzar a construir una cultura de generosidad.


Comprométase temprano y luego construya el proceso

Demasiadas empresas tratan la generosidad como un logro, algo que sólo se considera una vez que el negocio se siente estable. Pero desarrollar el hábito es más difícil cuanto más se espera. Si no dona cuando tiene $10, no donará cuando tenga $10.000.

Por eso la generosidad debe empezar temprano y desde arriba. Incluso un pequeño porcentaje importa. Lo que importa es tomar la decisión y perseverar, cueste lo que cueste. El sacrificio a corto plazo tiene un impacto a largo plazo.

Una vez asumido el compromiso, cree la estructura que lo respalde. Establezca ciclos regulares de donaciones y utilice sistemas que registren y aumenten sus fondos mientras planifica adónde destinarlos.


Deje que los empleados lideren el camino

Cuanto más se percibe la generosidad personal, más poderosa se vuelve. Cuando se confía en los empleados para que dirijan sus donaciones a causas que les importan, el acto de dar se vuelve compartido.

Podría igualar la contribución de un empleado, apoyar las horas de voluntariado o asignar una cantidad fija cada año, según la antigüedad, para que los empleados puedan donar. Incluso pequeños gestos, como permitir que los empleados entreguen personalmente la donación o cuenten su historia, crean conexión. Esa energía perdura en el equipo más que cualquier anuncio de la empresa.


Haga que dar sea divertido

La generosidad no tiene por qué ser formal ni corporativa. Algunos de los momentos más memorables se dan cuando dar es alegre e inesperado. Puede ser una sorpresa y debe ser creativo. Dar es emocionante, divertido y hace sentir bien a todos.


Haga que la donación llegue más lejos

Establezca un Fondo Asesorado por Donantes: una cuenta flexible para donaciones benéficas que le permita realizar una contribución deducible de impuestos ahora y recomendar subvenciones a organizaciones benéficas calificadas con el tiempo. Considérelo una cuenta corriente para filantropía, pero con una ventaja adicional: los activos de su fondo pueden invertirse, lo que les permite crecer y aumentar su impacto benéfico en el futuro.


Primero cállese y luego hágalo público

Muchas empresas empiezan con una historia en lugar de con la acción. Anuncian donaciones antes de emitir el cheque. Lanzan campañas vinculadas a causas en las que nunca han invertido entre bastidores. Es generosidad construida para obtener crédito.

Así no se construye la confianza. Francamente, así es como se pierde.

Recientemente hablé con una empresa, líder en su sector, que había donado discretamente más de 200 millones de dólares. Sin comunicado de prensa. Sin campaña de marca. Sólo apoyo constante, año tras año. Ahora, décadas después, por fin planea compartir esa historia, porque el trabajo ya está hecho y el impacto es real.

Ese es el orden correcto. Primero trabaje. Construya su historial. Luego, cuando llegue el momento de hablar, la historia ya estará escrita.

La verdadera generosidad no se trata de crédito. Cuando se integra en los cimientos de un negocio, genera lealtad, confianza y una cultura de la que la gente quiere formar parte. Así que no vea la generosidad como un gasto ni una distracción. Considérela una inversión que genera altos rendimientos.