Verónica Jané: “Los peruanos tienen gustos bien arraigados”
Verónica Jané está a cargo de la categoría de chocolates desde 2017 y tiene experiencia en empresas de consumo masivo como Gloria y Nestlé. Sobre la categoría chocolates, dice: “Es una categoría que viene siendo impulsada por marcas que buscan generar valor agregado con cada uno de sus productos, en un mercado donde los consumidores, cada vez más informados y exigentes, demandan mejores experiencias y mayores porcentajes de cacao”.
En relación a los consumidores y las preferencias de productos, Jané asegura que los peruanos tienen gustos bien arraigados con marcas muy fuertes que son consideradas de sabor nacional y que les gusta a la gran mayoría. En general, no existe una variación significativa en las preferencias de los consumidores con respecto a las marcas, según la manager. “Las diferencias entre cada región se inclinan más hacia insumos y preparaciones, como es el caso de platos como el ceviche que tiene distintas formas de preparación dependiendo de cada región”, explica.
La profesional realiza una profunda reflexión con respecto al marketing. Para ella, tiene retos cada vez más importantes de cara a la construcción de marcas: “que no solo ingresen a competir al mercado, sino que se ganen el cariño y respeto de los consumidores”, opina. Puntualmente, en la categoría de chocolates, para Jané, el marketing debe informar y enseñar a sus clientes y consumidores, acerca de las bondades del cacao y sus diferentes formas de consumo, aliándose con las tendencias de consumo natural.
“Marketing tiene como principal reto, la construcción de marcas con corazón, marcas que tengan un propósito, que informen y se sumen a movimientos importantes siendo sostenibles, marcas que estén a la vanguardia con las últimas tendencias locales y mundiales —destaca y remata—, pero sobretodo marcas que entiendan que cada consumidor es un individuo, dejando de segmentar demográficamente para pasar a segmentar de acuerdo a hábitos y preferencias”.
“Marketing debe anticiparse a las regulaciones presentes y futuras, entregando experiencias más que productos —dice y recuerda—: Alguna vez leí que El lugar más peligroso para hacer marketing es detrás de un escritorio, una frase muy cierta. Gracias a Dios, siempre apliqué lo contrario y debo decir que las mejores estrategias e ideas a lo largo de mi carrera las he obtenido de mis constantes salidas al campo”.