El prime time ahora es personal, afirma Pablo Beramendi
Por Por Pablo Beramendi
Director general de Google Argentina
Viajemos un segundo al pasado para recordar programas como Grande Pa, Jugate conmigo, Montaña rusa y, un poco más cerca, Showmatch o Susana. Todos estos emblemáticos momentos de nuestra TV son inseparables de dos imágenes centrales. Por un lado, una escena compartida en que la TV nos convocaba en algún lugar de la casa para convertirse en el centro de atención; por otro, la pelea eterna por el control remoto. Y una tercera cuestión, no tan visible pero quizás la más importante: la espera. Porque a estos programas no podíamos verlos ni antes ni después de la hora señalada.
Pero la espera terminó. Ya no se oyen peleas por el control remoto. ¿Qué pasó entonces? Esa parte del día en que todos compartíamos una única pantalla se fue desvaneciendo a medida que las personas empezaron a crear su propia versión del prime time: hoy el prime time es absolutamente personal. Cada uno de nosotros tomó el control (ya no remoto) en sus manos, elige qué mirar, dónde mirarlo y cómo mirarlo.
Libertad, igualdad... diversidad
A esta libertad de horarios y a la igualdad de acceso se suma una enorme variedad de pantallas: móviles, tablets, computadoras y de nuevo también la tele, pero ahora conectada a internet. Como si hubiéramos dado una vuelta de 360 grados, pero en una espiral ascendente, esta nueva TV ya no es tan caja ni es tan boba. Los smart TV se transformaron en la pantalla que más creció en tiempo de visualización de contenidos en YouTube, ya que aumentó en más de un 50% este último año.
Estas nuevas formas de consumir TV también tienen un impacto en el tipo de contenido consumido. Este “nuevo modelo” de prime time tiene un fuerte componente de exploración y descubrimiento, ya que aunque a veces sabemos exactamente lo que queremos ver, en otras instancias nos animamos a explorar un poco más.
En YouTube esa diversidad genera una conexión profunda con los usuarios. Es posible encontrar desde una película hasta un breve contenido grabado de forma casera, pero que nos emociona o nos interpela por su espontaneidad. Esta riqueza hace de YouTube una plataforma cultural, en la que siete de cada diez argentinos conectados ingresa todos los días, porque encuentran un mundo de video que se adapta a ellos: a sus intereses, a sus pasiones, a encontrar contenido relevante que los pueda ayudar, inspirar, educar o entretenerse.
Videos para lograr resultados
Si esta transformación solo nos cambió como consumidores, pero no impactó en nuestra forma de pensar estrategias de marketing, entonces estamos a mitad de camino. El video ha sido tradicionalmente un mundo complejo para transformar nuestras acciones de comunicación y marketing en resultados de negocios; fue siempre el reino de los creativos de Madison, pero pocas veces el terreno de grandes éxitos comerciales. En Google estamos especialmente enfocados en este punto y transformando nuestras propias plataformas, especialmente YouTube, para desterrar ese escepticismo y seguir posicionando el video como una herramienta medible, útil y orientada a resultados. Hoy el consumidor no sólo descubre marcas a través de videos, sino que se apoya en ellos para tomar decisiones de compra.
Según un estudio de Ipsos, el 39% de los argentinos conectados declara haber descubierto nuevas marcas o productos gracias a YouTube, y el 45% de esos internautas afirma haber comprado un producto o marca gracias a YouTube. La escala masiva de la plataforma, combinada con los formatos, las audiencias y las herramientas de medición disponibles posibilitan la conexión con un público valioso en cada segmento del embudo para impactarlos con un mensaje relevante y transformando a YouTube en una solución de funnel completo.
El video es la nueva arena donde convergen universos con objetivos tradicionalmente separados: ahora es posible inspirar, impulsar la consideración de marca y conducir a la compra. El desafío y la oportunidad es dejar de considerar al video un lugar exclusivamente para hacer branding y verlo como una herramienta integral y completa para cumplir nuestros objetivos de negocios. Los primeros que se animen a experimentar serán los que corran con la ventaja, porque todos ahora podemos estar en el prime time de nuestros consumidores y transformarlo en resultados de negocios, algo que históricamente fue un privilegio para pocos.


