En América Latina ―y en el mundo― se cuece un nuevo tipo de consumidor
El Informe de Responsabilidad Social Corporativa en América Latina 2021, realizado por Sherlock Communications, busca comprender cómo perciben los latinoamericanos las empresas y las marcas, y qué implica para ellos su compromiso (o falta de) ambiental y social.
Tres mil fueron las personas encuestadas de seis países de la región: la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, y en los resultados se vislumbró que el 94% considera que las empresas necesitan invertir más en iniciativas socioambientales.
Según el informe, siete de cada diez personas prefieren que las empresas fabriquen y vendan productos que no perjudiquen e impacten de forma negativa al planeta, mientras que el 50% indicó que las empresas, a su vez, deben priorizar las condiciones de empleo y la remuneración de los trabajadores. El tópico de diversidad es prioridad para tres de cada diez encuestados en la región.
En relación a la responsabilidad social corporativa (RSC), son los brasileños quienes se ven más impactados: en ese país, nueve de cada diez personas dijeron que las acciones de las empresas y sus compromisos afectan de forma directa sobre la opinión que tienen de la marca. A Brasil le siguen México, Chile y Colombia, donde ocho de cada diez personas opinan igual, mientras que en Perú solo el 67% se ve influido por esto.
La mitad de los encuestados en la región cree que la comunicación virtual (redes sociales, página web y programas de TV) son fuentes fiables en cuanto a la actividad RSC, y a estos les sigue la radio, como fuente de información confiable. Por eso dos de cada tres personas de la región aseguran que el cambio se daría si las empresas invirtieran más en actividades RSC relacionadas, por ejemplo, con la educación. A pesar del contexto pandémico, o tal por causa de, Latinoamérica se encuentra preocupada por la crisis climática, la polución de aire y el agua y cómo reducir la temperatura que lleva al calentamiento global.
En palabras de Patrick O’Neill, socio gerente de Sherlock Communications, “las empresas internacionales no sólo pueden marcar una diferencia real en la vida de las personas, sino que también es extremadamente importante desde una perspectiva de desarrollo y reputación de marca”.