Un CES accidentado como el de este año se ha convertido en una señal de advertencia para el circuito de eventos en vivo, indicando que no todo el mundo está preparado para volver a las conferencias en persona. Aun así, eso no significa que las marcas deban abandonar las apariciones en 2022; sólo deben planificar mejor.

El SXSW, con sede en Austin, que es un festival de carpas para las industrias de los medios de comunicación y la tecnología, emitió un aviso de que seguiría con un espectáculo presencial y un componente virtual en marzo. Por su parte, las marcas que han renunciado a participar en el CES de Las Vegas, como LG Electronics, siguen planeando enviar personal a la Feria de la Industria de la Cocina y el Baño de Orlando en febrero.

Los responsables de eventos y marketing también esperan con interés la celebración de Cannes Lions en junio. Y hay eventos nuevos que están dando que hablar, como NFT.NYC, que fue un éxito entre los criptoempresarios en 2021. El calendario sigue pareciendo completo por ahora, aunque otros eventos están en duda, con los premios Grammy pospuestos indefinidamente, y el E3 y el Festival de Cine de Sundance que se mueven online.

La ola omicrónica de covid-19 obligó a muchas empresas a no enviar a su personal al CES. Las principales empresas de electrónica, como LG, Lenovo, Panasonic, Google y Microsoft, se retiraron en el último momento, dejando espacios libres en los pabellones del centro de convenciones, habitualmente repletos. Por lo general, unas 170.000 personas acuden al CES, que el año pasado tuvo que organizar una feria sólo online debido a la pandemia. Los organizadores de la Consumer Technology Association preveían un número mucho menor de asistentes este año. Las cifras oficiales se darán a conocer después de la feria, pero todo indica que las colas en Las Vegas fueron más cortas, los vestíbulos de los hoteles estaban menos abarrotados y las lanzaderas eran más fáciles de abordar.

A pesar de los problemas, el CES fue también un presagio de cómo podrían continuar los eventos, con los asistentes caminando totalmente enmascarados y vacunados, y los organizadores repartiendo kits personales de pruebas de covid-19. Aunque sólo decenas de miles de personas, y no cientos de miles, acudieran a Las Vegas, el CES siguió siendo una de las mayores ferias comerciales presenciales desde el inicio de la pandemia.

“Estos eventos pueden hacerse en forma responsable, como fue el CES ―dijo Roxy Fata, directora de operaciones de Infinite Objects, un fabricante de pantallas electrónicas NFT―. La gente iba enmascarada. Fueron muy diligentes con los protocolos. Todo estaba muy organizado”.

Fata fue el único miembro de Infinite Objects que llegó al CES, después de que la empresa se retirara como tantas otras. Ella fue a hablar en un panel del “Espacio C”, un minisimposio de tecnología dentro del CES, y estuvo menos de 23 horas. Fata dijo que su estancia en el hotel Aria le costó la mitad de las tarifas habituales: “Valió la pena ir, sin duda”.

Fata e Infinite Objects también estuvieron presentes en otros eventos en vivo el año pasado, como el NFT.NYC y el Art Basel de Miami en diciembre. La empresa diseña pantallas que muestran obras de arte de fichas no fungibles, y trabaja con marcas en este espacio en rápida evolución, que también fue una de las tecnologías más destacadas en el CES.